Condesa.

La condesa, un lugar sin estacionamiento, de restaurantes suntuosos (y otros no tanto) y ¿por qué no? hasta de seudo-intelectuales entre sus calles, pero no siempre fue así. La historia de ésta colonia es más que el boom que llegó a tener hace apenas una década, habrá que saber que su nombre lo recibe de su dueña: la Condesa de Miravalle (estirpe monárquica de Moctezuma) quien compraría ésta ex-hacienda cercana al pueblo de la Romita, y que luego fuese adquirida por un famoso cirquero( y parte de la Roma también) responsable de ponerle el nombre a las calles (Estados de la república). E Hipódromo debido al famoso hipódromo del Jockey Club y que ahora es sede de la embajada rusa. Hoy por hoy sigue manteniendo la misma estructura que hace varias décadas, incluyendo la forma de un hipódromo (Calle Ámsterdam), los parques México y España e infinidad de edificios que son ejemplo del desarrollo de la capital, desde el estilo ecléctico de principios de siglo hasta el funcionalismo, pasando por el art decó y hoy en día los estilos contemporáneos.

Caminar por esta colonia te atrapa, la vista no es suficiente para admirarla. Su historia está ahí, en cada camellón, en cada calle, en cada casa porfiriana. La Condesa es una paradoja, representa todo lo que es y no es en nuestra ciudad. La amalgama tan vulgar  de todo aquello que fue y que ahora no se preocupa por ser. Éste, éste es un barrio diferente, no tiene clasificación, éste es el barrio de la Condesa.

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